Para poder pintar de verdad como nuestros antepasados, decidimos salir en busca de pigmentos. Así que, dimos un pequeño paseo y fuimos recopilando muestras de distintos tipos de barro.
Por el camino, nuestro compañero Álex nos enseñó carbón vegetal y nos explicó cómo se formaba.
De regreso, nos fijamos en una casa, que estaba construida empleando los mismos materiales que en el Neolítico.
Nos pareció sorprendente, que lo que habíamos visto en un libro, ahora lo tuviésemos tan cerca de la escuela.
Cuando llegamos a la escuela, mezclamos ese barro con agua ...y...
¡sorpresa! ............... realmente se podía pintar con ello.
Nos encantó esta experiencia, así que ahora, decidimos montar el rincón de los pigmentos naturales.
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